Tomamos decisiones en base al análisis empírico de la data financiera. Nuestro foco está arraigado en la ciencia y tecnología, transformando la forma en que se toman las decisiones de inversión.
La capacidad de pronóstico y anticipación que tiene el ser humano sobre el precio de un instrumento determinado es muy limitada. Es por ello que en Ursa, utilizamos el método científico para identificar patrones de comportamiento recurrentes en los diversos mercados y las variables específicas que determinan el precio. De esta forma, detectamos potenciales oportunidades que pueden ser aprovechadas por nuestros sistemas de inversión.
El alfa, que es cómo cuantificamos nuestra ventaja matemática de inversión sobre los mercados, proviene de métricas empíricas y rigurosas que, en conjunto con la creación de indicadores y uso de data alternativa, nos permiten desarrollar sistemas de inversión exitosos.
El manejo de los datos es parte fundamental del proceso de determinación de alfa. Mientras más extenso y diverso sean los conjuntos de datos disponibles, mayor el alcance y probabilidad de éxito al corroborar o refutar hipótesis, ideas e inferencias sobre el comportamiento de un mercado bajo condiciones específicas.
La formulación de hipótesis concretas en la búsqueda de alfa típicamente se alinea con observaciones que se presentan recurrentemente en los datos, o que cuentan con una lógica consistente según la naturaleza del mercado y la psicología humana en que se sustenta. Es por eso que la experiencia en la operación de los mercados financieros que posee Ursa es fundamental.
Los sistemas de inversión algorítmicos que se obtienen a partir de las hipótesis que generan alfa de manera exitosa, son puestas a prueba extensivamente bajo diferentes condiciones de mercado y diferentes mecanismos de ejecución. Antes de operarlas, pasan por un periodo de incubación, donde confirmamos que nuestros resultados son robustos, y se mantienen bajo un monitoreo constante para confirmar que el alfa calculado durante el desarrollo es consistente con el alfa observado durante su operación. El resultado de este proceso permite crear algoritmos con ventaja matemática comprobada.
Elaboración de premisas y análisis cuantitativo del comportamiento del mercado.
Formulación del conjunto de reglas y filtros que capturan las oportunidades, probados en data histórica.
Análisis de la performance estadística y pruebas de sensibilidad para optimizar parámetros.
Definición de protecciones, tamaños óptimos de posición y frecuencias de rebalanceo, entre otros.
Elección de intermediarios para ejecución. Se consideran costos, confiabilidad, grado de servicio y liquidez. Desarrollo de algoritmos para la ejecución automatizada.
Evaluación de desempeño de la estrategia y su ejecución según KPIs estadísticos. Ajustes de parámetros y posibles modificaciones.